A través de este taller de Círculos de Soporte dictado por la psicóloga Yesennia Valdivia de Conexium, se ha invitado a las duplas psicosociales de liceos TP de Copiapó e Iquique a reflexionar sobre su estado físico, psicológico y emocional actual, y acerca de la forma en que sus EE han abordado el autocuidado y el bienestar de la comunidad.
¿Cómo estamos?, ¿quiénes somos?, ¿podremos crear un círculo de soporte?, ¿podremos ser el círculo de soporte de nuestros EE?, ¿debemos serlo?, son algunas de las preguntas que trabajaron en las actividades prácticas del taller, para analizar de manera conjunta qué necesitan sus establecimientos, qué necesitan las duplas de los establecimientos y qué destacan de sus equipos de trabajo.
Esta iniciativa es parte del Plan de Mejoramiento Educativo de Liceos Técnico Profesional, proyecto del Ministerio de Educación y la Secretaría Ejecutiva de Educación Media Técnico Profesional que se está ejecutando en alianza con Conexium.
Yesennia Valdivia, psicóloga de la Universidad de Tarapacá, ha trabajado durante toda su carrera en convivencia escolar y hace ya 8 años en Conexium acompañando a las duplas psicosociales. Para Yesennia liderar este taller en medio de la pandemia ha sido muy significativo, ya que son las duplas quienes cumplen un rol fundamental en los liceos a la hora de contener, apoyar y motivar al aprendizaje de los estudiantes. Realizó 2 sesiones de taller, una con 3 liceos TP de Iquique, y otra con 3 liceos TP de Copiapó.
Respecto de la relevancia del taller, comentó:
“Este proceso de pandemia ha sido súper duro para todos los miembros de las comunidades educativas. También para las duplas porque no siempre hay lineamientos claros sobre cómo proceder, generalmente hay que improvisar y actuar sobre la marcha. Hemos tenido que ir más allá, tenemos una gran responsabilidad, no basta con preguntarle a un niño si está bien, debemos comprobar que efectivamente lo está, tener la capacidad de llegar a los estudiantes en un contexto adverso donde no hay una interacción presencial, ni contacto físico para contenerlos.
Creo que es importante este taller para que las duplas reflexionen. Al juntar 3 establecimientos distintos es necesario hacer un esfuerzo por crear un espacio donde se sientan en confianza y puedan sin miedo co-construir, contar lo bueno y lo malo, aprender de las experiencias de otros, para que tengan ideas nuevas de cómo abordar ciertas situaciones, que se den cuenta de que los otros también tienen dificultades y salen adelante, que podemos buscar nuevas formas para seguir haciendo seguimientos a los estudiantes en pandemias. Siempre se aprende mucho de los pares, aunque no se puede saber cómo funcionarán los talleres, las dinámicas que se irán dando, considerando que se trabaja con grupos humanos.
Las duplas tuvieron una excelente disposición en el taller. Ellos también necesitan una contención, si pensamos en el contexto que estamos, con la presión que genera no saber qué va a pasar este año y el próximo, la incertidumbre que provocan las informaciones poco claras que circulan sobre la vuelta a clases y las formas de calificar estudiantes. La pandemia empieza a afectar tu vida, las horas de teléfono, de pantalla y de trabajo en casa van generando un desgaste.
Estas duplas trabajan en liceos TP con jóvenes de 14-17 años, entonces también tienen la preocupación por los procesos de aprendizajes cortados tras la pandemia y el estallido social del año pasado y, específicamente, por los cuartos medios y la ansiedad que sienten los jóvenes al no saber bien qué pasará con el egreso, las pruebas finales, la PSU”, indicó.
Además, Yesennia compartió con las duplas material complementario sobre 5 ideas para fortalecer el compromiso de las comunidades educativas. Este texto lo elaboró pensando en los equipos directivos y en los flujos de comunicación con la comunidad educativa en general, dándole importancia a cómo informar, cómo dar mensajes e ir disminuyendo la incertidumbre.
Yesennia recomienda informar e involucrar a la comunidad escolar en las acciones para activar el compromiso y la participación, ofrecer soporte emocional a la comunidad educativa, promover actividades con sentido para motivar los aprendizajes, potenciar los proyectos escolares para fortalecer la pertenencia y los vínculos, además de mejorar los acompañamientos virtuales y mantener a raya la violencia escolar para asegurar la participación.