Jacqueline Paredes, profesora de educación tecnológica en los 6 segundos medios del Colegio Lo Barnechea Bicentenario, se refiere a la implementación de Modelo Pionero de Anglo American en el establecimiento y al impacto que tiene este proyecto en la educación para el XXI.
Ha sido un gran desafío ejecutar el trabajo de enjambre que propone Pionero, ya que tras la fusión de 3 establecimientos de la comuna, la fundación del colegio este año y la pandemia, Jacqueline no ha tenido la oportunidad de conocer bien a sus estudiantes y compañeros de trabajo. Alcanzó a hacer 2 clases para los 6 segundos medios del colegio y luego comenzó la virtualidad.
Sin embargo, Jacqueline nos cuenta que para ella no ha sido tan complejo el trabajo de enjambre porque como profesora de tecnología estaba acostumbrada a potenciar el trabajo en equipo y a desarrollar en los estudiantes un pensamiento crítico y reflexivo que los estimulara, y porque además, ya había intentado antes articular su asignatura con otras.
Aunque sabe que para sus compañeros puede resultar más complejo porque no es fácil hacer que de un momento los docentes piensen en cómo trabajar los OA de diferentes asignaturas en un mismo proyecto. “Los profesores en general somos muy asignaturitas y nos cuesta pensar cómo enlazar los contenidos, pero creo que este año hemos avanzado mucho porque nos hemos convencido de que podemos trabajar cada uno los Objetivos de Aprendizaje (OA) y los contenidos de las asignatura de manera conjunta. Estamos muy comprometidos.”, señaló.
En este contexto ha sido importante el apoyo de Juan Carlos de Conexium quien organiza a los equipos de Pioneros del colegio, y el trabajo de Andrea quien lidera el trabajo con los profesores de tecnología y ciencias. “Creo que es fundamental que la persona que lidera un grupo Pionero tenga experiencia y empatía con los docentes y siento que Andrea lo ha logrado, que fuimos de menos a más. Hemos tenido mucha carga laboral, pero ella logró hacer articulaciones para que todo nuestro trabajo se transformara en algo que nos puede ayudar a todos y donde podemos potenciar cada una de las asignaturas. Esta articulación se logró gracias a su liderazgo efectivo y eficiente, sino no sería posible motivar y empoderar a los docentes”, indicó.
La pandemia no ha permitido que los docentes desarrollen todas las ideas que tenían pensadas, Jacqueline espera que cuando volvamos a la presencialidad todo sea como lo habían soñado y planificado desde un principio. Para ella es muy importante aprovechar al máximo los beneficios de Modelo Pionero y el impacto que genera en la educación.
“Creo que es fabuloso crear un aprendizaje real y atingente para los niños, un aprendizaje colaborativo y significativo que tiene que ver con su propia realidad, vida y contexto, donde pueden visualizar los conocimientos y participar de su propio aprendizaje, ya que son ellos los que crean, comunican, reflexionan, investigan. A mí me gusta Modelo Pionero porque desarrolla habilidades del siglo XXI, articula contenidos y conocimientos, y permite que los estudiantes sepan para qué les sirve todo lo que están aprendiendo”, agregó.
Jacqueline cree que Modelo Pionero es la oportunidad que tienen para cambiar la metodología de enseñanza y mejorar el sistema educativo actual, pues si bien los docentes tienen muchas habilidades y en general son autodidactas, ya no basta con seguir mostrando un PPT ni creando guías. Por eso valora tanto los micro proyectos que ha podido realizar con sus estudiantes junto a los docentes de ciencias y matemáticas, dentro de los que destaca el proyecto que hicieron para medir el pH del agua. En un inicio habían pensado llevarlo a cabo en el Río Mapocho, pero producto de la pandemia optaron por experimentar con un repollo morado.
