“Si seguimos en este camino, van a egresar estudiantes de nuestro colegio con estas habilidades que les servirán para la vida”- Begoña Saenz, profesora de biología del Colegio Lo Barnechea Bicentenario

Oct 22, 2020 | Noticias

Este es el primer año de Begoña ejerciendo como profesora, a sus 24 años ingresó a trabajar al colegio y se hizo cargo de liderar la implantación del Modelo Pionero de Anglo American en los 5 primeros medios del establecimiento, en el área de Ciencias Naturales. Trabajar en base a proyectos experimentales en medio de una pandemia donde no se dictan clases presenciales, ha sido un gran desafío que ha enfrentado de buena forma gracias a su pasión por la ciencia y su interés por incentivar a los estudiantes, invitándolos a hacerse preguntas y a encontrarle sentido a las cosas.

Begoña nos cuenta que al principio Modelo Pionero se veía como un proyecto ideal, en las capacitaciones de febrero se veía muy viable, ya que como equipo de profesores de ciencias tenían una planilla, orden, estructura, pero que con la pandemia las cosas cambiaron, pues se hace complejo implementar de manera virtual un modelo -con las características de Pionero -en un colegio donde en general no se trabajaba sobre la independencia en el aprendizaje, el trabajo colaborativo y la investigación.

En este escenario, valora las asesorías de Conexium y señala “es difícil formar grupos si no todos los niños se conectan, y que se concreten los proyectos si no se puede hacer un seguimiento como corresponde. Por eso ha sido importante el acompañamiento de Claudio Álvarez de Conexium, él es un gran aporte. Si bien nosotros como profesores de biología, química y matemática aportamos con ideas, quien ordena el enjambre, nos ayuda a planificar y aterrizar ideas es Claudio, porque como sabe a qué aspiramos y cómo lo deberíamos hacer; trabajamos mucho en equipo. Tenemos una estructura y a pesar que hemos avanzado lento en relación a los segundos medios y al área humanista, le hemos dedicado tiempo a cada etapa y estamos súper comprometidos”.

Así también, han tenido capacitaciones de ABP. Para Begoña es muy necesario que se les capacite en esta área ya que en el colegio se trabajan diversas metodologías, por un lado están las clases tradicionales,  los proyectos Bicentenario, y por otro complemente diferente,  Modelo Pionero. “Tenemos pocos espacios para Pionero, previo a la pandemia teníamos módulos asignados para trabajar y horas colaborativas para planificar, pero con la pandemia eso no se cumple y hemos tenido que adaptar nuestras horas de clases. Yo tengo 2 horas con clases de biología, de las cuales solo 1 es sincrónica y la siguiente es a través de Classroom donde no hay mayor interacción con los estudiantes. Tenemos poco tiempo y la participación de los niños no siempre es tan alta, apagan los micrófonos y cámaras”, indicó.

Begoña comenta que en ciencias Modelo Pionero solo viene a enriquecer la enseñanza y el aprendizaje. Señaló: “si no fuera por las clases virtuales, las cosas funcionarían muy bien, ya que Modelo pionero es una manera de atraer y despertar la curiosidad de los estudiantes; con mis alumnos lo hemos logrado porque partimos de una pregunta cautivadora. Además, es importante experimentar y hacer estos proyectos, porque en biología hay conceptos que son invisibles, es difícil imaginárselos o representarlos y no hay nada cómo visualizar en el laboratorio con un microscopio”.

Micro proyectos

El primer proyecto que realizó Begoña con sus estudiantes consistió en invitarlos a crear un huerto en el hogar y a responder preguntas sobre cómo hacerlo y cómo darle uso plantando alimentos. Originalmente querían hacer un bosque vertical en el colegio, considerando que éste no tiene áreas verdes, pero por la pandemia decidieron postergarlo. Este proyecto lo cerraron con un afiche publicitario donde se informaba a la comunidad cómo hacer un huerto y tuvo muy buena participación de los estudiantes, ya que a Begoña le llegaron varios trabajos y hasta trípticos explicativos. De esta manera se cumplió proceso completo, pues la fase final de los proyectos de Modelo Pionero consiste en compartir el producto.

En el segundo proyecto, los jóvenes experimentaron tiñendo plantas con el fin de visualizar el trasporte de agua. Para ello utilizaron diversas plantas y verduras, como el apio que tiene vías de flujo de aguas evidentes y donde se puede ver como circula el agua teñida. Fue importante ocupar tinta, ya que es la única forma de ver cómo es el proceso, pues el agua es incolora.

Un tercer proyecto que están trabajando tiene relación con cómo protegerse de la pandemia, el uso de las mascarillas, los beneficios del alcohol, el tiempo que debe durar el lavado de manos y otras. Este es un tema atingente y atractivo, por lo que Begoña cree que funcionará muy bien.

“Les vamos a mostrar un video donde profesores que les hacen clases responden  por qué usan mascarilla, entonces eso va generando interrogantes, y nuevas necesidades de informar sobre el porqué de los cuidados. Es importante hacer un enganche, algo que los despierte, sino es lo mismo que completar una guía, por eso son fundamentales los lanzamientos de los proyectos. Nuestros cursos están divididos, ya que no podemos juntar a los 90 para las clases virtuales, y como solo los martes logramos coincidir todos los profesores de ciencias, ese día hacemos los lanzamientos, con una presentación y pregunta inicial, con algún video y con los procedimientos a seguir. Y después durante las clases de cada asignatura dedicamos un espacio para ver cómo van con los proyectos”.

Innovación

A través de Modelo Pionero los estudiantes pueden ser el centro, eso es lo esencial para Begoña, quien agregó:

“Yo creo que cuando hablamos de innovación hay que pensar en cuál es el receptor, y nuestro receptor actual es muy cambiante, todos vienen con diferentes mochilas culturas, familiares, personales y diferentes maneras de aprender. No podemos olvidar que hay diferentes métodos de aprendizaje, como la memoria visual y auditiva, el relacionamiento con la vida diaria, y diversas modalidades. A mí por ejemplo, me sirve mucho relacionar el conocimiento con la vida cotidiana, saber qué es y cómo se produce el cáncer, por qué las heridas desaparecen y la piel se regenera. Creo que de esta manera uno le va encontrando sentido a las cosas, y se va cuestionando lo cotidiano.

El método, el cómo enseñamos es importe, porque si bien no podemos llegar al estilo de aprendizaje de cada uno, sí podemos buscar modalidades e ir variando. A pesar que las clases virtuales nos han limitado, nos ha resultado trabajar con preguntas cautivantes. Al plantearte interrogantes te dan ganas de investigar, el  ensayo y error es la base del quehacer científico y del aprendizaje, porque cuando algo te hace sentido, cuando descubres algo, después ya no se te olvida. Hay conocimientos que permanecen en el tiempo porque te hacen click, y a mí me interesa darle esa vuelta a mis clases; no se trata de aprender por aprender, se trata de aprender encontrando el sentido.

Es difícil empezar algo de cero, no ha sido fácil implementar Modelo Pionero. En la universidad nos hablaban mucho del pensamiento crítico, y eso es muy bueno, es una habilidad de nivel superior, pero se debe inculcar desde los cursos pequeños, no llegar y forzarlo a edades más avanzadas. Creo que si desde niños les enseñamos a los estudiantes a trabajar en equipo, crear proyectos, investigar, estructurarse, podemos llegar a desarrollar grandes habilidades y actitudes en los jóvenes. El contenido lo encuentras en internet, pero la reflexión, el análisis y el trabajo colaborativo se enseña en el aula. Si seguimos en este camino, van a egresar estudiantes de nuestro colegio con estas habilidades que les servirán para la vida”.

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